26 reclusos huyeron de penitenciaría en el norte de Brasil

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Sao Paulo, 20 ene (EFE).- Al menos 26 presos se dieron a la fuga esta madrugada de una cárcel en el estado amazónico de Acre, en el extremo norte de Brasil, a través de un agujero excavado en la pared del presidio, informaron este lunes fuentes oficiales.

Los reclusos prófugos estaban detenidos en el complejo presidiario Francisco d'Oliveira Conde, en la ciudad de Río Branco, capital regional del Acre, y escaparon gracias al auxilio de cuerdas confeccionadas a partir de sábanas después de excavar un agujero en la pared, explicó el secretario de Justicia y Seguridad Pública del estado, Ricardo Brandão dos Santos, en un comunicado.

Tras la fuga, "todas las fuerzas de seguridad del estado fueron accionadas" y "varias medidas operacionales" fueron adoptadas, señaló el secretario.

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En ese sentido, las autoridades reforzaron la seguridad en las fronteras regionales y realizaron inspecciones en todos los presidios del estado con el objetivo de "evitar nuevas fugas".

Además, la Policía Militarizada y la Policía Penal fueron notificadas para que sea instaurada una investigación para "averiguar inmediatamente las eventuales responsabilidades de la fuga en el aspecto administrativo".

Fin de semana violento

La huida se produjo después de un fin de semana sangriento en Rio Branco, que figura entre las 20 ciudades más violentas de Brasil.

Solo en la madrugada de este domingo, fueron registrados al menos siete homicidios en la urbe, de los que seis se produjeron en una matanza que tuvo lugar en un bar situado en la zona rural de la ciudad.

Según la Policía Civil, el local era frecuentado por "diversos criminales", por lo que las autoridades creen que la matanza fue perpetrada por miembros de un grupo criminal.

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Solo en enero, Acre, estado fronterizo con Bolivia y Perú, registró al menos 32 muertes violentas, la mayoría motivada por la guerra entre diversas bandas criminales que disputan el dominio del tráfico de drogas en la región.

En los últimos años, diversas organizaciones de derechos humanos han denunciado la precaria situación de las cárceles brasileñas y la violencia que tiene lugar en su interior.

De acuerdo a los datos del Fórum Brasileño de Seguridad Publica, la población carcelaria en el gigante sudamericano es de unas 700.000 personas, lo que supone cerca del doble de la capacidad del sistema penitenciario del país.