Retorna a Chile exobispo acusado de abusos que vivía en Alemania

chile

El exobispo chileno Francisco Cox, quien fue destituido de sus labores sacerdotales por el papa Francisco, retornó a su país procedente de Alemania para enfrentar acusaciones en su contra por abuso de menores, informó este lunes la Iglesia en un comunicado.

Tras 17 años en Alemania, el exobispo de 85 años regresó el domingo a Chile luego de realizarse exámenes que determinaron que estaba en condiciones de retornar para enfrentar las denuncias de pederastia en su contra cuando cumplía funciones de arzobispo de La Serena entre 1990 y 1997, y por las que la justicia abrió un proceso.

"Se ha podido concretar el traslado del ex obispo Francisco Cox a Chile, con el fin de que enfrente los procesos que la Justicia requiera", indicó el comunicado del Instituto Secular Padres de Schoesntatt.

 

Las acusaciones en contra de Cox datan de la década de los noventa cuando, jaqueado por las denuncias de pedofilia, presentó su renuncia al cargo de arzobispo de La Serena (475 km al norte de Chile) ante el entonces papa Juan Pablo II.

Las denuncias contra Cox no cesaron y en el 2002 fue sacado de Chile y trasladado a Alemania, donde vivió bajo oración y penitencia, además de ayuda psiquiátrica. Diez años más tarde, el papa Francisco lo destituyó de toda labor sacerdotal.

En Alemania también fue acusado de abuso el año pasado.

Al menos dos hombres han denunciado ante la fiscalía chilena haber sido víctimas de abusos por parte de Cox cuando eran niños. La justicia fijó una primera audiencia para la próxima semana, a la cual Cox no está obligado a asistir.

"En cuanto al proceso judicial, colaboraremos con lo que se nos solicite y garantizaremos que Francisco Cox comparezca ante la justicia cuando ésta lo requiera", sostuvo el comunicado.

El papa Francisco, en su cruzada por cumplir su promesa de "tolerancia cero" ante crímenes sexuales, aceptó hasta el 2018 la renuncia de siete obispos chilenos, expulsó del sacerdocio a otros dos obispos eméritos -entre ellos Cox– y a los poderosos sacerdotes Fernando Karadima y Cristián Precht.

El Ministerio Público tiene abiertas cerca de 150 causas por las denuncias en contra de sacerdotes y obispos que se transformaron en un duro golpe para la Iglesia chilena.