Migrantes hondureños llegan a la frontera de Guatemala

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Ocotepeque, Honduras (AP) — Con una mochila al hombro, sudorosos bajo el sol, unos 1.600 hondureños llegaron el lunes a la frontera de Guatemala en busca de alcanzar su “sueño americano”.

Cantando el himno nacional de Honduras, rezando, y gritando “¡sí se puede!” y “Honduras te amamos, vamos a Guatemala y México”, los migrantes no cedieron paso en su objetivo a pesar de que las autoridades guatemaltecas dieron la orden de no permitir su ingreso al país.

Los migrantes esperan atravesar suelo guatemalteco y mexicano con el objetivo de hacerse de una nueva vida en Estados Unidos.

Keilin Umaña tiene 21 años y está decidida a seguir adelante. Un bebé en su vientre fue su motivación, dice.

Tiene dos meses de embarazo y está separada del padre de su hijo. Es enfermera, pero no puede vivir en Honduras debido a la situación de violencia que padece en su país.

“A mi casa nos llegó una nota donde decía que no podía quedarme, que tenía que irme, sino me iban a matar”, explica la joven hondureña.

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“Estuve escondida un tiempo, es porque tengo este tatuaje en la mano, no es de pandillas, mire, es el nombre de mi papá y mi mamá”, dice la migrante mientras muestra su brazo.

La mujer lleva cuatro días caminando. “A veces me siento mal, pero tengo que seguir adelante”, agrega. “No somos delincuentes, somos migrantes”.

Carlos Cortez, un agricultor de 32 años, también forma parte del grupo. Llegó con su hijo de siete años y salieron a pie de su país porque, asegura, “allá ya no se puede vivir. Somos pobres y no podemos sostener a la familia”.

El hombre y el niño cargan una pequeña mochila con una mudada y en las manos cada uno trae un bote de agua pura.

“Cada día gano unos cinco dólares. No me alcanza para darle de comer a mi familia”, explica antes de agregar que no tiene miedo de que lo separen de su hijo en la frontera. “Eso no va a pasar, no pueden hacerlo”, asegura con timidez.

En la frontera unos 100 policías guatemaltecos armados los esperaban.