Desconocidos se roban cadáver con todo y ataúd en cementerio de Honduras

cementerio

Tremenda sorpresa se llevaron las autoridades del Ministerio Público en (MP), en Dulce Nombre de Culmí, Olancho, Honduras, cuando realizaban la exhumación de un cuerpo en el cementerio de esa comunidad.

Las autoridades solo encontraron el agujero vacío, ni el ataúd, ni el cuerpo de José Munguía estaban en el lugar donde fueron sepultados sus restos en el año 2015.

Hasta el momento las autoridades desconocen qué fue lo que pasó con los restos de este hondureño o quienes fueron los responsables de haberlos exhumado de donde sus familiares lo sepultaron hace tres años.

Munguía murió de forma violenta y el Ministerio Público tras tener el proceso que deben seguir para dar con los culpables de su muerte, ordenó la exhumación de su cadáver para recabar algunos indicios de su cuerpo, pero no encontraron los restos ni el ataúd en la tumba.

El cementerio no cuenta con vigilancia y los pobladores se encuentran asustados porque en la comunidad nunca se había ocurrido un hecho de esta magnitud, destacó La Tribuna.

“Esto es muy extraño pues todos fueron a la vela y al entierro y ahora que sucede el robo la gente habla de brujería o engaño. Lo que se quiere es que se aclare", dijo uno de los vecinos de Dulce Nombre de Culmí.

Te recomendamos: Mujer muere al caer de un edificio por tomarse una selfi (VIDEO)

En octubre del 2017 unos mareros se robaron ataúd con todo y cadáver de abuelita. El insólito hecho causó asombro y transcendió a los medios de comunicación del vecino país.

Los dolientes salieron despavoridos en un asalto de pandilleros y solo lograron ver como se llevaban el ataúd con todo y el cadáver de una abuelita a quien le darían cristiana sepultura.

A pocos minutos de sepultar a una anciana de 90 años, que falleció de un infarto, familiares se encontraban cavando la fosa, de repente fueron sorprendidos por varios mareros, quienes aparte de asaltarlos, les robaron el ataúd con todo y abuela y depositaron su cuerpo en uno de sus mausoleos del Cementerio Divino Paraíso, de Comayagüela.

Al parecer los antisociales están siempre a la espera de que llegue una familia a sepultar a sus parientes en ese camposanto para emboscarlos y desvalijarlos de inmediato.