Cifra de fallecidos tras el paso del huracán maría aumenta a 16 en Puerto Rico

San Juan, 25 sep (EFE).- La ayuda humanitaria y los suministros llegan a cuenta gotas a las zonas más aisladas de Puerto Rico tras la devastación que dejó el huracán María con un saldo de 16 muertos, mientras que con lentitud se recupera la normalidad, aunque la falta de electricidad sigue siendo el principal reto y la población sufre.

 

El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, dijo hoy que cinco días después de que María partiera por la mitad la isla se está cerca de una crisis humanitaria que se puede evitar si se consiguen recursos suficientes para hacer frente a la recuperación.

Rosselló pidió por ello al Congreso de EE.UU. que tome acción y ayude a la isla y apeló a que el Gobierno garantice el soporte que necesita Puerto Rico, literalmente devastado por un huracán, catalogado por algunos especialistas como el más poderoso de la historia.

"Necesitamos prevenir que ocurra una crisis humanitaria en Estados Unidos, pues Puerto Rico es parte de Estados Unidos", subrayó Rosselló, en un intento de que Washington no se olvide de la isla, donde todavía hay miles de refugiados.

El senador republicano por el estado de Florida Marco Rubio pidió por su parte que Puerto Rico disponga de flexibilidad fiscal para acometer con garantías la reconstrucción.

"Puerto Rico debe disponer de créditos a bajo interés", dijo Rubio en conferencia de prensa junto al gobernador en San Juan, donde llegó con un equipo de trabajo para conocer en primera persona cuál es el estado y las necesidades de la isla.

Aunque la situación de la infraestructura eléctrica es critica por permanecer prácticamente inoperante -la isla sobrevive con plantas de diesel-, Centro Médico, el principal hospital ya tiene servicio.

El secretario del Departamento de Asuntos del Consumidor (Daco), Michael Pierluisi, pidió a la población que no acuda a las estaciones de gasolina a no ser que se trata de una situación de emergencia, ya que los mayoristas todavía solo operan a un 40 % de su capacidad y se producen grandes aglomeraciones.

Las aglomeraciones continúan, sin embargo, por toda la isla debido a la desesperación entre los ciudadanos.