Mueren diez ladrones tras enfrentamiento con policías en Sao Paulo

Sao Paulo, 4 sep (EFE).- Sao Paulo, la mayor ciudad de Suramérica, registra un delito cada 30 segundos, pero las víctimas esta vez han sido diez miembros de una banda especializada en asaltos a residencias, quienes murieron la noche del domingo por disparos de la policía.

 

Los hechos ocurrieron en el barrio de Morumbí de la capital paulista, una de las zonas más nobles de la ciudad, cuando el grupo estaba intentando abrir el cofre de una residencia a la que habían entrado a robar, y en la que había tres adultos y un niño, según confirmó hoy la Policía Civil.

Los criminales pertenecen a una banda dedicada al robo de residencias en algunos de los barrios más exclusivos de la capital paulista y estaba siendo investigada desde hacía siete meses por la policía, que la víspera siguió sus pasos y frustró el asalto.

Los bandidos intentaron huir en dos vehículos, pero fueron interceptados por el Grupo Armado de Represión a Robos y Asaltos (Garra), un cuerpo de la Policía Civil, con lo que se inició un intenso tiroteo que acabó con la muerte de los diez asaltantes, tres de ellos mientras huían a pie.

Los bandidos tenían cuatro fusiles y usaban chalecos antibalas, pero ningún policía resultó herido durante la balacea, de acuerdo con las autoridades.

El grupo habría cometido alrededor de 20 asaltos a viviendas en los últimos años, principalmente en el barrio de Morumbi, una región de la zona sur de Sao Paulo con un gran número de viviendas de lujo que en los últimos años han sido uno de los principales objetivos de los ladrones.

La policía informó que ha reforzado la seguridad en el barrio con el fin de "cohibir las acciones delictivas" en la zona, donde se encuentra el palacio del gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin.

En lo que va de año, el barrio ha registrado 2.000 robos y seis homicidios, el doble de muertes que en 2016, según medios locales, lo que ha aumentado la sensación de inseguridad y el temor entre los vecinos de la zona.

El suceso de Sao Paulo sumó un nuevo capítulo a la violencia de Brasil, que tiene en el estado de Río de Janeiro uno de los principales frentes debido a la intensificación de la lucha entre narcotraficantes y policías.