Honduras: Balacera deja tres víctimas mortales y un herido de gravedad

Tres muertos y un herido dejó un ataque armado ocurrido en la capital, el sábado por la noche, a manos de sujetos que se transportaban a bordo de un vehículo.

 

Eran las 9:15 de la noche cuando varios jóvenes departían en un sector de la calle principal de la colonia Policarpo Paz García, en Comayagüela. En ese momento desde el automóvil comenzaron a dispararles a diestra y siniestra.

Las víctimas mortales son Nelson Omar Castro Hernández (15), quien el próximo 23 de septiembre cumpliría los 16 años; Cristian Josué Gutiérrez (17), alias “El Flaco”; y Carlos Antonio Valladares Zapata (23). Un cuarto joven resultó gravemente herido y se recupera en un centro hospitalario de la capital, según informó La Tribuna.

Parientes de Nelson Omar y Cristian Josué, relataron que ambos eran estudiantes del Instituto 15 de Septiembre de la colonia El Rosario, colindante con la Policarpo Paz García, en Comayagüela.

Asimismo comentaron que al momento de ser acribillados a balazos, ellos estaban practicando con los tambores porque eran parte de la banda de guerra del colegio 15 de Septiembre, y ayer acompañarían a los niños del kínder de la Policarpo Paz García, quienes participaron en los desfiles patrios infantiles.

Carlos Antonio era conocido como “El Niño Pop” y pertenecía a la barra del equipo de fútbol Motagua, conocida como “Los Revos”, o Revolucionarios.

Según la policía, el padrastro de Nelson Omar Castro Hernández, hace cuatro meses fue asesinado una cuadra más abajo de donde ocurrió esta masacre, y las investigaciones de las autoridades señalan que la viuda ejerce el narcomenudeo en esa zona.

Cristian Josué era alumno del noveno grado, y se conoció que su único pecado fue estar afuera de su casa a la hora de la balacera, mientras Nelson Omar cursaba el noveno grado, y Carlos Antonio Valladares Zapata trabajaba como albañil, junto a otros parientes.

En el escena del crimen, el cadáver de Cristian Josué quedó frente a su casa, ya que al momento de ser acribillados, él intentó entrar a su vivienda; a unos dos metros cayó abatido Nelson Omar, mientras Carlos Antonio quedó tendido sobre unas gradas.

Luego de escuchar las ráfagas de disparos, los vecinos salieron rápidamente a la calle para constatar qué era lo que había sucedido, llevándose la sorpresa que los muertos eran algunos de sus parientes, amigos y conocidos, por lo que el llanto era tan desgarrador que se podía escuchar a varias cuadras.