México: Madre de esposo de española asesinada dice que su hijo es un chivo expiatorio

Ciudad Victoria (México), 31 ago (EFE).- "Mi hijo es inocente", clama la madre de Jorge Fernández, esposo de Pilar Garrido y acusado del asesinato en México de la joven española, quien asegura que su hijo es un chivo expiatorio porque el gobierno estaba "muy presionado por la prensa internacional".

 

En una entrevista con Efe, Adriana González pide a las autoridades del norteño estado de Tamaulipas investigar la vinculación del crimen organizado con el homicidio de Garrido.

El caso de Pilar Garrido, desaparecida el 2 de julio pasado en Tamaulipas y hallada muerta semanas después en un descampado, dio el martes un vuelco de 180 grados cuando el fiscal estatal, Irving Barrios, anunció la detención de Fernández como probable responsable del asesinato.

Según la versión inicial de Fernández, la pareja regresaba a Ciudad Victoria, capital estatal, tras disfrutar de un fin de semana en el balneario de La Pesca con su bebé de un año, cuando los interceptó en la carretera un vehículo con dos hombres, quienes tras intentar robar el coche, terminaron llevándose a Garrido.

Entre lágrimas, la madre explica que Jorge "iba a recoger junto con su suegra los restos de su esposa", pero "lo engañaron citándolo ahí" para detenerlo.

"Lo tuvieron incomunicado durante cinco horas", al cabo de las cuales le permitieron hacer una llamada a su familia, que estuvo presente en la audiencia inicial.

"Fue una cosa increíble, ridícula, acusaciones y pruebas que no tienen valor, no tienen nada, solamente porque no hay culpables" señalan a Jorge, dice González, quien describe a su hijo como alguien "excepcional, estudioso, trabajador, amoroso con su esposa".

"Nunca hubo amenazas, ni golpes", algo que le consta a la misma mamá de Pilar -asegura- porque vivió con la pareja tanto en España como en Tamaulipas durante las visitas frecuentes que les hacía.

En este estado "no hay hechos aislados", apunta sobre los elevados niveles de inseguridad que hay desde hace años en esa zona del noreste de México, fronteriza con Estados Unidos.

"Este es un problema estatal gravísimo en los últimos de años", sostiene Adriana, quien lamenta que las autoridades no hayan ahondado en "otras líneas de investigación".