Cultivo de coca en Colombia alcanza máximo histórico

El cultivo de coca en Colombia se disparó en 2016 a niveles sin precedentes tras casi dos décadas de esfuerzos millonarios por acabar con el narcotráfico en el país suramericano, según estadísticas difundidas el martes por el gobierno estadounidense.

Colombia cerró 2016 con 188.000 hectáreas de cultivos ilícitos, 18% más que el año anterior. Las plantaciones van en aumento desde 2012, cuando había 78.000 hectáreas. En 1999, cuando arrancó la campaña antinarcóticos Plan Colombia auspiciada por Estados Unidos, hubo 123.000 con un pico en 2001 y una tendencia a la baja desde 2007.

Estos cultivos, que la Oficina Nacional de Políticas para el Control de las Drogas (ONDCP por sus siglas en inglés) realiza mediante imágenes satelitales, se traducen en una producción potencial de 710 toneladas métricas de cocaína, un 37% más que el año anterior. El consumo de cocaína en Estados Unidos, principal destino de la droga colombiana, permanece prácticamente estable, según el informe.

Ante el incremento, las autoridades colombianas prometen una reducción drástica de 100.000 hectáreas este año, la mitad de manera forzada sin alternativas visibles para los campesinos y la otra mediante programas de sustitución de cultivos en el marco del acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a finales del año pasado.

En Putumayo, en la frontera con Ecuador y uno de los departamentos más cocaleros del país, los campesinos aún temen que la coca desaparezca dejando la zona como un "desierto" de pobreza, como en la época de la fumigación aérea con glifosato, un método masivo para acabar con las plantaciones ilegales que fue suspendido en 2015 por sus efectos nocivos para la salud y el medio ambiente y con tan poca precisión que calcinaba lo que se encontrara por delante.

A mediados de febrero, el gobierno, las FARC y organizaciones campesinas de Putumayo firmaron uno de esos proyectos para sustituir la coca por productos como el maíz, el cacao o el café, que pretenden llegar a los 40 municipios que concentran la mitad de la coca.