Es increíble poder presenciar en vivo y a todo color la algarabía que genera La Cuneta Son Machín para la celebración de su aniversario, el cual realizan a como es tradición en Ciudad Jardín, punto emblemático en donde pasa todos los 4 de agosto Santo Domingo de Guzmán, patrono de los Managua.
Llegamos desde temprano a presenciar cómo era la jugada de todo este concierto, que la verdad no habíamos tenido oportunidad de conocer así directamente, palpando ese imponente sol que siempre hay en la capital de Nicaragua, pero que justo para cuando arrancó el toque (12:30 md aproximadamente) el clima fue cediendo y cayó una rica lluvia que bueno, cómo les explico… ¡alborotó a todo el mundo!
Ahí podíamos ver a familias con niños, niñas, adultos mayores pero sobre todo muchísima juventud, chavalos que ahí andaban bacanaleando al ritmo pegajoso que tiene La Cuneta, músicos que siempre resaltan ese son nica mezclado con otras corrientes latinoamericanas como ska, cumbia, entre otras.
Durante este toque que se extendería por un par de horas escucharíamos versiones de música popular que jamás pasa de moda, entre esos mencionamos "Santo Cachón", por solo decir uno. Pero obviamente también estaban los temas de su propia autoría que ya se han vuelto en verdaderos himnos de cada barrio y comunidad en el país. "Amor Fritanguero", "El Piruquita", "La Cumbia Chinandega", "Cañambuco", "Báilalo" y muchas más estarían sonando mientras la gente conglomerada, así bien pegadito uno con otro, no paraba de bailar, gritar, aplaudir, brincar. Era realmente una explosión de emociones concentradas en un solo punto.
En las intervenciones que tenían entre canción y canción saludaban a todo el pueblo devoto de Santo Domingo de Guzmán, recordando así también esos ocho años que llevan en la escena musical nicaragüense, agradeciendo de corazón a todo el público que los ha llevado a ser reconocidos tanto a nivel nacional como internacional, ya que recientemente anduvieron en una larga gira por Europa, continente que también se ha contagiado de esa efusividad que proyecta la idiosincrasia nicaragüense, misma que ellos traducen en notas musicales que provocan electricidad en el esqueleto de quien las escucha.
"¡Qué diacachimba que estén aquí con nosotros en este octavo aniversario!", diría en un momento Augusto Mejía, bajista y vocal de La Cuneta Son Machín, quien junto a Frijol y los demás integrantes se les notaba contentos de poder estar compartiendo con su gente, con el corazón del pueblo, con ese latir fervoroso de esos muchachos y muchachas que no se cansan nunca de pasarla tremendo al ritmo de esta banda.
Felicidades a La Cuneta Son Machín y que sigan progresando siempre con su música tan folclórica y propia de todos los nicas.