La villa olímpica de 2016 se convertirá en viviendas de lujo

La villa olímpica de Río 2016 estará a la altura de un hotel de cinco estrellas, según aseguran sus promotores.

El complejo se convertirá en un condominio privado después de los Juegos Olímpicos, con unos 3,600 apartamentos de lujo que se venderán por hasta 2,3 millones de reales brasileños (700.000 dólares).

El cuidado proyecto, llamado «Ilha Pura» (Isla Pura), debería ofrecer todas las comodidades a los deportistas en Barra da Tijuca, el suburbio occidental de Río donde se concentra buena parte de la actividad olímpica.

También refuerza las quejas sobre que los primeros juegos sudamericanos están dominados por grandes intereses en la construcción y los bienes raíces, ignorando las amplias favelas de la ciudad y la gran desigualdad entre sus habitantes.

La villa olímpica es gigantesca. Tiene 31 torres de 17 plantas con 10.160 habitaciones, donde dormirán 18.000 atletas y personal olímpico.

«Todos los visitantes aquí, los ex deportistas y los deportistas que conocen muchas villas, dicen que ésta es increíble», dijo Mauricio Cruz Lopes, director ejecutivo de Ilha Pura, en una entrevista con The Associated Press. «Estamos haciendo todo lo que podemos para convencer a los 10.000 atletas de que se alojen en esta villa y eviten quedarse en hoteles».

Cruz, que describió el proyecto como la mayor promoción de su clase en Brasil, indicó que el coste de construcción fue de 2.300 millones de reales (700 millones de dólares), que según dijo suponen el 50 por ciento del coste total, que también incluye la adquisición de terrenos, la promoción y otros gastos. La financiación la gestiona un prestamista estatal.

El flamante recinto contrasta con las condiciones en las que vivían miles de pobres, a un breve paseo a pie de la villa en la Vila Autodromo, una favela que fue derrumbada en un 90% para dejar espacio al Parque Olímpico. Unas pocas familias se quedaron y resisten los desahucios, sin servicios básicos como el agua y la electricidad. Es una escena repetida a menudo en la preparación de las olimpiadas y de la Copa del Mundo de año pasado.

El complejo lo construyen un consorcio de Odebrecht y Carvalho Hosken. Odebrecht es una de las grandes cuatro contratistas brasileñas. Junto con Andrade Gutierrez, Camargo Correa y OAS, Odebrecht construyó muchos de los proyectos de las dos grandes citas deportivas.

La compañía también está implicada en un creciente escándalo de sobornos que implica a la petrolera estatal Petrobras, que provocó protestas este mes con cientos de personas marchando en ciudades de todo el país.

«No es sólo la villa de los deportistas, sino que todo lo que se está construyendo en Río se está utilizando como excusa para el desarrollo de bienes raíces», indicó Alberto Murray, abogado de Sao Paulo y ex miembro del Comité Olímpico Brasileño.

Su abuelo, Sylvio de Magalhaes Padilha, fue presidente del COB y miembro del COI.
En una entrevista con AP, Murray también señaló al polémico campo olímpico de golf, que ha provocado demandas relacionadas con leyes medioambientales y sobre la propiedad privada.

El adinerado promotor Pasquale Mauro planea construir 140 apartamentos de lujo en torno al campo de golf con precios desde los 2 millones de dólares.

Un fiscal público está sopesando una demanda contra el alcalde de Río, Eduardo Paes, por las concesiones otorgadas a Mauro, que recibió autorización de la ciudad para hacer el campo de golf en una reserva natural.

Murray comparó la villa olímpica con las residencias construidas en Barra da Tijuca para los Juegos Panamericanos de 2007. Algunos edificios tienen problemas estructurales, las calles se hunden, el valor de las fincas ha caído y las demandas se han multiplicado. Cruz, director ejecutivo de Ilha Pura, dijo que su proyecto es «completamente diferente».

Los organizadores de Río, señaló, consideraron construir «apartamentos más baratos» para ayudar a familias de bajos ingresos, «como hicieron en el pasado Londres y otras ciudades».

«Pero para estos Juegos Olímpicos, lo que ofrecimos al COI durante el proceso de candidaturas fue una villa de primera categoría con apartamentos de primera categoría».

El programa de viviendas asequibles para la villa olímpica de Londres 2012 ha encontrado varios obstáculos, con precios que algunos vecinos de la zona no pueden permitirse.

El complejo de Río ofrece un paisaje de postal: montañas, un bosque tropical y el mar. Proporcionará los servicios habituales para los deportistas: una cafetería para 5.000 personas, camas extra largas, acceso para sillas de ruedas y ascensores de alta velocidad, que según Cruz fue una sugerencia del COI.

El proyecto debería completarse a principios del año que viene. Los primeros residentes se mudarían seis meses después de que terminen los juegos.

Christopher Gaffnet, que pasó cinco años y medio en Río investigando el Mundial de 2014 y las olimpiadas, describió la villa como «un programa de transferencia de riqueza del (tesoro) público a las empresas constructoras privadas».

«Más allá de los focos, las olimpiadas siempre son una cuestión de especulación de bienes raíces en el contexto local, y Río, con sus ya importantes problemas de disponibilidad de vivienda y polaridad social, no es desde luego una excepción», dijo Gaffney, un estadounidense que enseña geografía en la Universidad de Zúrich.

RIO DE JANEIRO (AP)