Dos vehículos toman fuego en un autolavado de Managua

En tremendo problema está metido un hombre que labora lavando carros en un negocio que tiene un poco menos de un año de estar funcionando, ubicado de los semáforos de Canal 2, dos cuadras al norte, en el Residencial Bolonia, en Managua.

Al menos tres unidades tanto del Benemérito Cuerpo de Bomberos, como tambien de la Dirección General de Bomberos se presentaron este miércoles para sofocar las llamas que había iniciado en la parte del tanque de combustible de una camioneta y luego se propagó a la parte trasera de un vehiculo Toyota Yaris.

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Según la madre del dueño de este autolavado, asegura que ella se encontraba en su negocio de licorería cuando escuchaba los fuertes gritos del único trabajador del local: "¡Auxilio, auxilio, se quema, se quema, auxilio!'', por lo que salió ella junto a otros con extinguidores y mangueras para apagar el fuego que avanzaba de manera rápida en ambos vehículos, pero que afortunadamente lo lograron sofocar antes que las llamas se propagaran a otras partes del negocio.

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Peritos de la Policía Nacional y de la Dirección General de Bomberos realizaban las investigaciones a cargo del comandante Jorge Viera, ahí lograron encontrar un embudo, un galón y una manguera, ademas el tapón de combustible de uno de los vehículos, así que para el propietario del negocio la hipótesis era de que su propio trabajador era el causante de tan grave error.

Al ser preguntado sobre la acusación en su contra, éste no quiso referirse al caso y prefirió mejor callar, mientras era atendido por bomberos debido a quemaduras de primer grado sufridas en ambas manos y uno de sus hombros, por lo que fue llevado a sala de emergencias del Hospital Escuela Manolo Morales Peralta.

Logramos averiguar que los dueños de estos vehículos que resultaron en su mayoría con cuantiosos daños materiales dejan sus autos en el local para el cuido, mientras se dirigen a sus centros de trabajo. Por su parte los propietarios del autolavado se responsabilizarían de los daños causados y llegarían a acuerdos con los dueños de los carros, quienes se mostraban furiosos por lo sucedido.