7 datos que revelan tus pezones

Los pezones pueden tener muchas formas y muchos tamaños. También se puede verlos en diferentes tonos. Suelen estar asociados con la lactancia o con los orgasmos. Sin embargo, muchas personas no están al tanto de su importancia con respecto a la salud: pueden ser indicadores de varios factores a tener en cuenta. Descubre 7 de ellos a continuación.

1. Algunas descargas son normales

En ocasiones puede escaparse de los pezones un líquido parecido a la leche de color claro y lechoso o de color entre verde y azulado. Estas descargas pueden sucederles a mujeres que no están embarazadas así como a madres que están amamantando, y son normales. Por otro lado, en caso de que el líquido contenga algo de sangre o si sale de un solo pecho deberías consultar con tu ginecólogo ya que este tipo de descarga puede indicar la presencia de un tumor benigno o un cáncer de mamas.

2. El dolor en los pezones durante la lactancia es frecuente (y puede evitarse)

No son pocas las mujeres que suelen quejarse del dolor en los pezones mientras dan de mamar, sobre todo en las primeras semanas de lactancia. Algunas inclusive experimentan infecciones causadas por hongos. Sin embargo, con asesoramiento adecuado, estas molestias pueden ser evitables o atenuadas. Por eso no dudes en investigar sobre la lactancia y en compartir estas sensaciones con otras madres para que puedan ayudarte a que las tomas sean placenteras desde el primer momento.

3. Los «terceros pezones» existen

Y son más comunes de lo que imaginas. Son los llamados pezones supernumerarios. Se desarrollan generalmente a lo largo de dos líneas que van desde las axilas hasta la parte lateral de la ingle. Por esta razón pueden confundirse con lunares, verrugas o papilomas cutáneos. Se sabe además que aparecen con mayor frecuencia en los hombres que en las mujeres.

4. El ejercicio intenso puede afectar los pezones

Esto depende en gran medida del sostén usado para hacer actividades físicas. Intenta siempre usar uno cómodo que acomode bien los pechos pero que no ajuste demasiado para no lastimar los pezones. En caso de que no realices ejercicios intensos y observes enrojecimientos, escamas y picor en los pezones, es recomendable consultar con un profesional de la salud ya que puede tratarse de un eczema o de la enfermedad de Paget (una forma de cáncer que involucra la aureola y los pezones).

5. Constituyen una zona erógena

Esto vale tanto para las mujeres como para los varones. Se sabe, por ejemplo, que su estimulación activa los mismos centros de placer en el cerebro que la estimulación del cérvix, el clítoris y la vagina. En este sentido, cabe puntualizar que los piercings en el pezón pueden alterar la sensibilidad en la zona.

6. El vello en el área es totalmente normal

Incluso en las mujeres. Esto se debe a que ambos sexos contamos con pequeñas protuberancias en las aureolas donde se alojan folículos de pelo que van creciendo a medida que nos vamos desarrollando. Si no te agrada su presencia puedes quitarlos con cera o recortarlos con una tijerita (¡y mucho cuidado!). Si ves que estos folículos comienzan a doler o si notas escamas en esta zona junto con picazón, deberías consultar con tu ginecólogo de confianza ya que puede indicar un signo de infección o cáncer.

7. Los pezones invertidos también son normales

En principio, este puede ser un impedimento para que la lactancia se desarrolle de forma fluida. Pero no te preocupes. Existen protectores de pezones que generan presión alrededor de la aureola y ayudan a que el pezón pueda lentamente salir hacia afuera. Muchas mujeres, por una cuestión estética, deciden pasar por una cirugía, pero esta intervención no suele ser necesaria.