Polémica en el show de Justin Timberlake en el Super Bowl 2018

El espectáculo del descanso de la Super Bowl es de lo más esperado (quitando el partido) de toda la noche. Este año el encargado (otra vez) era Justin Timberlake. El artista regresaba al lugar de la polémica tras el famoso pecho de Janet Jackson en 2004.

14 años han pasado de aquel "error de vestuario", en palabras del artista, y, de nuevo, Timberlake no defraudó. Gran espectáculo, mucho show, mucho baile, mucha música y… por supuesto una nueva polémica.

El cantante pop estadounidense, aparentemente sin permiso, desplegó un holograma de Prince durante su participación en el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl LII.

 

Durante los días previos al partido en el que los Eagles de Filadelfia derrotaron 41-33 a los New England Patriots, para ser nuevos campeones de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), se comunicó que Timberlake presentaría un holograma de Prince para homenajearle.

Sin embargo, familiares de Prince aseguraron el sábado que no se les había pedido permiso y que no lo autorizarían. Pero Timberlake hizo oídos sordos a la petición de la familia y desplegó el holograma, mientras cantaba (a dúo con el fallecido cantante) I Would Die 4 U. Ante los más de 66.000 espectadores del público totalmente entregados, el dueto virtual de Timberlake y Prince se produjo bañado en un gran haz de luz púrpura, la marca de la casa del legendario autor de Purple Rain.

"Honrar a Prince sería respetar sus deseos. Justin Timberlake es desagradable", declaró una persona aparentemente cercana a Prince. Después de muchos rumores, el sábado la familia de Prince negó que el holograma del cantante fuera a aparecer durante el espectáculo de medio tiempo de la Super Bowl.

La familia del cantante de Purple Rain manifestó entonces a través de una cuenta de Twitter administrada por su hermano, Omarr Baker, que eso no sucedería. De hecho, incluso la prometida de Prince, la cantante Sheila E., también aseguró a la TMZ que su pareja le dijo en una ocasión que nunca permitiera que nadie le hiciera un holograma, "¡no sería agradable que eso sucediera!". Aún así Timberlake obvió los deseos de los familiares y se tiró, otra vez, a la piscina y volvió a ensombrecer un gran espectáculo con la polémica, al igual que ocurrió en 2004.

Aunque la propia Janet Jackson había descartado su presencia, quedaba la duda de si finalmente aparecería por sopresa para reeditar lo ocurrido aquel año cuando millones de espectadores pudieron entrever durante breves instantes el pezón de su pecho derecho.

Jackson no sorprendió, pero Timberlake hizo una referencia poco velada al escándalo al cantar Rock your body, el tema que interpretó junto a Jackson.

Rock your body, Señorita, Sexy back, Let me talk to you/My love, Cry me a river, Can't stop the feeling y Mirrors, fueron solo algunos de los temas que Timberlake eligió para su tercera presentación en una Super Bowl (lo hizo en 2001 y 2004). En Minneapolis, el termómetro marcaba los 27 grados Celsius bajo cero.

Para el cierre, el también actor, quien esta semana lanzó su más último álbum titulado Man of the Woods, subió a las gradas para tomarse selfies con decenas de asistentes a la gran final.

La final de la Super Bowl enfrentó a los New England Patriots, defensores del título, y los Filadelfia Eagles como protagonistas, y se espera que congregue a una audiencia televisiva en EEUU de más de 110 millones de telespectadores.

A parte del despliegue musical y coreográfico de Timberlake, la cita logró esquivar la controversia política, ya que en esta ocasión no hubo protestas por parte de jugadores, como durante la temporada en la que en numerosas ocasiones algunos se arrodillaron para señalar la injusticia racial en el país.