Diez mil personas evacuadas por un nuevo incendio en el sur de Francia

Unas 10.000 personas fueron evacuadas en la madrugada del miércoles por un nuevo incendio que quemó al menos 400 hectáreas cerca de la localidad de Bormes-les-Mimosas, en el sureste de Francia, indicaron los bomberos.

"El incendio arrancó alrededor de la medianoche (…) Las evacuaciones, al menos 10.000, siguieron la progresión del fuego. Es una zona habitada cuya población se duplica o triplica en verano", declararon los bomberos de la región de Var a la AFP.

Comienza hoy el "recorrido obligatorio" para ver la Fontana de Trevi en Roma

Entre los 10.000 evacuados, unos 3.000 estaban en campings.

Según un comunicado de la prefectura de la región de Var, debido a una propagación violenta de las llamas avivadas por el viento se han quemado ya unas 800 hectáreas. Unos 540 bomberos están movilizados, respaldados por medios aéreos.

"El viento sopla con ráfagas de entre 60 y 70 km/h" en la zona, aunque su fuerza debería disminuir durante la mañana, precisó la prefectura.

Desde el lunes, los incendios que se multiplican en el sureste de Francia, la costa mediterránea y la isla de Córcega han calcinado más de 4.000 hectáreas.

 

En contexto

Roma en alerta por falta de agua producto de sequía

La empresa que gestiona el agua en Roma, ACEA, estudia un programa de restricción del suministro en la capital italiana tras la decisión de las autoridades regionales de detener la captación en el lago de Bracciano ante la preocupante sequía.

La posibilidad de cortes de agua en Roma durante varias horas a partir del próximo 29 de julio, una medida que afectaría a 1,5 millones de viviendas y 2,9 millones de residentes, es recogida por los medios italianos.

ACEA, participada al 51 por ciento por el Ayuntamiento, explicó que la medida será necesaria si se confirma la orden del presidente de la región del Lazio, Nicola Zingaretti, de prohibir la captación del lago de Bracciano, principal recurso hídrico de la capital ante una posible "catástrofe medioambiental" por el preocupante descenso del nivel del agua.

La sociedad de distribución del agua criticó duramente la medida de cerrar la captación del lago, que se ejecutará a partir del 28 de julio si no mejora la situación, al considerar que se trata de un acto "anómalo e ilegal, pero sobre todo inútil para la protección" de Bracciano.

La sequía que se vive en Roma se debe al fuerte calor de los últimos meses y a la falta de lluvias, pues en los primeros seis meses de 2017 sólo han caído en la capital 157 milímetros de agua repartidos en 26 días.