Padre de la conejita Miffy, Dick Bruna, fallece a los 89 años

El autor firmó más de 124 libros, la mayoría para los más pequeños, con la conejita blanca, durante una larga carrera de seis décadas. Más de 85 millones de libros se vendieron desde entonces en todo el mundo, traducidos a más de cincuenta lenguas.

"Ha sido un privilegio haber conocido y trabajado con Dick Bruna de manera tan intensa estos últimos cuarenta años", aseguró la directora de la editorial, Marja Kerkhof, citada en el comunicado.

 

Su muerte es "una gran pérdida para el dibujo holandés", añadió Marco Grob, del Museo Central de Utrecht, que abrió una galería dedicada a Miffy en 2016. El trabajo del ilustrador "forma un puente entre los dibujos del siglo XX y el siglo XXI", añadió.

Dos gotas de tinta negra y la boca en forma de cruz, "Nijntje", en su nombre original holandés, diminutivo de "Konijntje" (conejito), nació de la imaginación del dibujante en 1955, cuando percibe los saltos de un roedor al fondo del jardín durante una estancia en familia en la costa holandesa.

En un primer momento, Miffy, es un conejo, héroe de las únicas historias contadas a su hijo mayor Sierk, antes de dormir. Bruna plasmará rápidamente al conejito en el papel, cuando trabajaba ya como ilustrador de libros. En ese momento decide que será una chica: esbozar vestidos, a veces de cuello de babero y de margaritas o de tulipanes, es más divertido que un simple pantalón.

"Cuando estoy en mi mesa de dibujo, a veces tengo la sensación de que un niño está a mi lado y me mira atentamente. Es una de las razones por las que mis dibujos miran siempre al lector", decía Dick Bruna sobre su trabajo. "Los niños tienen esa mirada franca. Es algo que aprecio muchísimo".