Derroche de fervor religioso por celebración de la Inmaculada Concepción de María en León

El grito de: ¿Quién causa tanta alegría?, lo dió Monseñor César Bosco Vivas Robelo dando inicio a la celebración de la Inmaculada Concepción de María, miles de católicos conmemoran a la Purísima Inmaculada Concepción de María y se congregan  en las afueras de la Catedral de la Asunción en la ciudad de León.

Bosco Vivas Robelo destacó la importancia del Amor de los  nicaragüense a la Inmaculada Concepción.  "Yo lo que quiero es, invitar a la ciudadanía para que está tradición tan bella la conserven como un tesoro, no podemos dejar que esta devoción a María Santísima que es un regalo que nos dió  el señor se heche a perder por nuestro  mal ejemplo, por habernos olvidado nosotros también de nuestra Santa religión y sus enseñanzas, por lo tanto va la invitación a los Padres de familia y familiares para que sea en los hogares que esta devoción se valla inculcando, de tal manera que llegue hacer parte de la vida de todos los nicaragüenses", expresó el Obispo de la Diócesis de León.

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El nuncio postólico Fortunato Nwachukwu presidió la homilia en la Basílica Catedral.

"Una actividad mariana es una actividad que celebra la Madre, que celebra el hijo, porque es Madre del hijo de Dios, es una actividad que celebra en primer lugar a Jesús y celebrando a Jesús, Dios hecho hombre, Pero con amor, tomó la carne, la sangre de una mujer, tenemos que saber respetar la figura de la Madre de Jesús", aseguró el delegado de su Santidad el Papa Francisco.

En Leon, Nicaragua cada 07 de diciembre se festeja esta tradición religiosa dedicada a la Virgen María, los devotos recorrren las calles donde se ubican diferentes altares obsequiando las gorras o dulces tradicionales. 

"Es una actividad excelente, me ha encantado, estoy difrutando de mi país, lo vemos como tradición de nuestra patria", dijo Mario Moncada quien asistió a una gritería en la ciudad de León por primera vez.

La cultura también se vio reflejada en los bailes de la Gigantona, los toros encuetados y  el derroche de juegos artificiales, disfrutado por la multitud de gente que se congregó en el centro histórico de la ciudad colonial.