El papa Francisco afirmó que «los santos no son superhombres ni nacieron perfectos», sino que viven «al servicio de los demás», antes de presidir la canonización de un sacerdote polaco y de una monja sueca.
«Los santos no son superhombres, ni nacieron perfectos. Cuando conocieron el amor de Dios, le siguieron, al servicio de los demás», señaló el pontífice a través de su perfil de la red social Twitter.
Minutos después dio inicio en la plaza de San Pedro del Vaticano la ceremonia de canonización con la que Francisco subió a los altares al sacerdote polaco Estanislao de Jesús María y a la religiosa sueca María Isabel Hesselblad.
El milagro por el que la fundadora de la Orden del Santísimo Salvador de Santa Brígida ha sido hecha santa lo vivió supuestamente Carlos Miguel, un niño cubano que padecía un grave tumor cerebral del que sanó en julio de 2015 al parecer después de que sus padres pidieran la intercesión de la monja y veneraran una reliquia suya.
El papa pronunció la fórmula de la canonización, que fue recibida por el aplauso de los asistentes a la ceremonia, y acto seguido, durante su homilía, dijo que ambos santos «han permanecido íntimamente unidos a la pasión de Jesús y en ellos se ha manifestado el poder de su resurrección».
Al acto asistió, entre otras autoridades, el presidente polaco, Andrzej Duda, junto a su esposa Agata Kornhauser-Duda.