Iglesia de El Salvador espera justicia en caso de jesuitas

El arzobispo de San Salvador dijo el domingo que la Iglesia católica salvadoreña espera que se descubra la verdad y que se haga justicia en los asesinatos de seis sacerdotes jesuitas ejecutados por los militares en 1989, así como en el caso del arzobispo mártir Oscar Arnulfo Romero perpetrado por un escuadrón de la muerte en 1980.

«Como Iglesia siempre vamos a estar a favor de la justicia y no porque tengamos un espíritu de venganza ni mucho menos, sino porque debe ser así para que se conozca la verdad y también para que estos hechos no se repitan», dijo monseñor José Luis Escobar Alas.

El prelado católico dijo que la Iglesia está pendiente de cómo se desarrollan los hechos en relación con la petición de extradición a España de un grupo de militares a quienes se les vincula con el asesinato de los padres jesuitas y dos empleadas, ejecutados por un comando elite del ejército salvadoreño.

Escobar Alas aclaró que no es la Iglesia, ni la orden de los jesuitas quienes están pidiendo la extradición de los militares. «Más bien son las víctima, España misma y las circunstancias mismas de la justicia social las que están promoviendo este proceso».

El juez de instrucción de la Audiencia Nacional de España, Eloy Velasco, giró las órdenes internacionales de localización y captura para los 17 militares salvadoreños involucrados en el asesinato perpetrado el 16 de noviembre de 1989 en las instalaciones de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas de El Salvador.

Velasco reclama la presencia de los militares, entre ellos varios que formaron parte de alto mando de la fuerza armada salvadoreña y eran responsables de la dirección de la institución castrense durante la guerra civil (1980 y 1992), que dejó más de 76.000 muertos, unos 10.000 desaparecidos y miles de desplazados.

El 23 de mayo de 2015, 35 años después de que fuera asesinado, la Iglesia católica elevó a Romero a la categoría de beato y mártir de la fe.

Oscar Arnulfo Romero fue asesinado mientras oficiaba misa el 24 de marzo de 1980 cuando un desconocido le disparó al corazón desde un vehículo estacionado frente a la entrada principal de una capilla de un hospital para enfermos de cáncer.

Un informe de la Comisión de la Verdad de Naciones Unidas, creada poco después de los acuerdos de paz, determinó que el autor intelectual del crimen fue el mayor Roberto d’Aubuisson, fundador del partido derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena) que gobernó el país durante 20 años (1989-2009). Los asesinos nunca fueron llevados ante la justicia.