James Franco evita una situación “desastrosa” al recibir su premio en los Globos de Oro

Hace quince años, el actor y director (sic) Tommy Wiseau estrenó The Room, considerada desde ese mismo momento como una de las peores películas de la historia. Con el paso del tiempo, el film se ha convertido, en contra de las intenciones de su autor, en un título de culto para los gourmets del cine cutre y trash. Porque Wiseau estaba convencido de que había firmado un drama romántico y, en realidad, cada pase de The Room se festeja con carcajadas y aplausos por sus delirantes y, muchas veces, incomprensibles diálogos, su puesta en escena y las interpretaciones al borde de la locura.

Anoche, James Franco ganó el Globo de Oro al mejor actor de comedia por interpretar a Wiseau en The Disaster Artist, la película que él mismo ha dirigido y que resume el desquiciante rodaje de The Room. Cuando Franco se levantó a recoger el premio le acompañaba su hermano Dave, coprotagonista de la cinta, y en el momento en que iba a comenzar su parlamento apareció el mismísimo Tommy.

 

Y, lo primero que hizo fue intentar tomar el micrófono que tenía delante Franco y reclamar sus segundos de gloria. Que se los merece. Pero, en un ataque de cordura, y para evitar el previsible desastre, el actor paró los pies a Tommy Wiseau y le retiró con una sonrisa, como el que evita en el último segundo que un niño haga una trastada. El director de The Room encajó la derrota y escuchó el parlamento de Franco con una sonrisa y con su pose de estrella del hair metal.

James Franco recordó en su discurso que Wiseau hace 19 años le dijo a un colega que nunca iba a estar en los Globos de Oro pero que le iba a dar una lección a Hollywood haciendo su propia película. Y lo hizo, y allí estaba. Nadie sabe de dónde ha salido este personaje con pinta de vampiro centroeuropeo, acento imposible (aunque él asegura que habla como lo hacen en Nueva Orleans), con un patrimonio que le permitió despilfarrar miles de dólares en una película imposible, y que se ríe de una forma que recuerda a Jack Torrance en El resplandor.

¿Cómo hubiera sido el discurso de Tommy? ¿A quién se lo habría agradecido? ¿Confesaría por fin todos los secretos que se esconden tras esa melena gótica? Nos quedamos con las ganas de encontrar las respuestas a estas preguntas. Porque, sin duda, Wiseau y su vida dan para un capítulo especial de Equipo de Investigación. A cambio, hemos podido disfrutar de la cara de Hugh Jackman, nominado en la misma categoría que Franco, es decir, que perdió, mientras veía desde su silla el espectáculo que Wiseau, sin abrir la boca, montó sobre el escenario.