Joven almacena su propia voz (y risa) para cuando no pueda hablar más

 Lucy Lintott es la escocesa más joven ya diagnosticada con esclerosis lateral amiotrófica (ELA), la misma enfermedad degenerativa del físico británico Stephen Hawking.

A los 22 años, ella ya tiene parte del habla comprometida, proceso que tiende a intensificarse con el paso del tiempo.

"Aún así que existe este lugar llamado 'Voicebank' ('banco de voz'), que puede usar mi propia voz para hacer una sintética", dijo a la BBC.

Ella es participante de un proyecto de investigación pionero de la Universidad de Edimburgo bautizado de Speak: Unique, que tiene como objetivo crear voces sintéticas personalizadas en el futuro.

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Lucy no había percibido cambios en su manera de hablar, pero sus padres ya habían notado alguna diferencia.

"Van a mezclar la voz de mi hermana con la mía, porque dicen que me balbuce un poco", afirmó Lintott.

"Cuanto más cansada estoy, peor que hablo."

Cómo funciona

"Podemos crear una voz con sólo 20 minutos de grabación", dijo Philippa Rewaj, fonoaudióloga de la Clínica de Neurología Regenerativa Anne Rowling, donde se graban las voces al banco.

Los archivos de ese almacén guardan las voces de pacientes y de donantes.

 

En contexto 

Nueva técnica supera la causa genética de infertilidad masculina

Un equipo de científicos del Francis Crick Institute en Londres (Reino Unido), en colaboración con la Universidad de Kyoto (Japón) ha desarrollado una técnica que supera la causa genética común de la infertilidad masculina en ratones. Su eficacia ha quedado demostrada gracias a experimentos de laboratorio en los que roedores infértiles macho han podido tener descendencia. 

Este avance ofrece un nuevo enfoque potencial para abordar una causa genética común de la infertilidad humana, destaca Computer Hoy

Si rescatas los conocimientos adquiridos en la clase de ciencias naturales recordarás que nuestro sexo está determinado por los cromosomas X e Y. Por lo general, las niñas tienen dos cromosomas X (XX) y los niños uno X y otro Y (XY). No obstante, uno de cada 500 varones nace con una X o una Y extra. Tener dos cromosomas sexuales en lugar de dos puede interrumpir la formación de espermatozoides maduros y ocasionar infertilidad, siendo la causa genética más común que produce esta condición. 

El nuevo estudio, publicado en la revista Science, arroja un rayo de esperanza para los hombres que sufren este problema. Los científicos han conseguido encontrar una forma para eliminar el cromosoma sexual adicional y permitir que el individuo tenga descendencia. De momento solo se han hecho ensayos con modelos de ratón, pero si los hallazgos pueden ser transferidos a los seres humanos sería posible que hombres con el síndrome de Klinefelter (XXY) o síndrome de doble Y (XYY) puedan tener hijos por reproducción asistida.