Claves para reparar lesiones en la médula espinal

Para los mamíferos, incluido el ser humano, una lesión en la médula espinal es permanente y produce parálisis irreversible. Sin embargo no es así para todos los seres vivos. El pez cebra por ejemplo, tiene la capacidad de recuperar el movimiento completo en el plazo de cuatro semanas de lesión a su médula espinal.

Un grupo de investigadores de la Universidad de Edimburgo, liderados por Thomas Becker, ha descubierto una posible clave de esta envidiada capacidad de estos peces. Después de la lesión, unas células, llamadas fibroblastos, especializadas en la curación de heridas, se trasladan hacia el sitio de la lesión.  Allí producen una molécula llamada colágeno 12, que repara la estructura de la matriz de soporte que rodea las fibras nerviosas. Esto permite que las fibras dañadas crezcan de nuevo a través del sitio de la herida y restauren las conexiones perdidas. La clave de este proceso es el colágeno 12, los fibroblastos lo producen gracias a una señal química llamada wnt.

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Comprender el funcionamiento de estas señales podría contener pistas para las terapias que ayuden a curar lesiones en la médula espinal. 

Los resultados, publicados en Nature, podrían allanar el camino para desarrollar tratamientos que ayuden a restaurar las conexiones entre el cerebro y los músculos del cuerpo que se pierden después de la lesión de la médula espinal. “En la gente y otros mamíferos,  se bloquea la posibilidad de que los nervios vuelvan a crecer después de una lesión – explica Becker en un comunicado –.

Nuestro estudio ha descubierto las señales que eliminan este obstáculo en el pez cebra, de modo que las células nerviosas pueden reparar las conexiones que se pierden después de un daño en la médula espinal. El próximo paso es comprobar si la activación de estas señales en otros animales pueden ayudar a reparar las conexiones nerviosas dañadas por lesiones similares”.