La ciencia establece tres tipos de usuarios de porno

¿Cómo son los usuarios que consumen películas y vídeos porno online?

Desde hace poco, esta cuestión tiene una respuesta avalada por una investigación científica.

Doctores de tres universidades canadienses (Laval, Universidad de Montreal y Univesidad de Québec à Montréal) se han unido para analizar el uso de la ciberpornografía y el bienestar sexual en adultos, tanto hombres como mujeres.

Pues bien, entre las conclusiones de ese estudio, que ahora recoge la revista Science Direct y resume NY Magazine, se indica que la gente consume montones de pornografía (solo en el site de PornHub, se han registrado unas 4.000 millones de horas en el último año) y que ese consumo va en aumento.

Pero, además, la investigación, que tiene en cuenta aspectos como la satisfacción sexual de los participantes o su sentimiento de culpabilidad,  indica que hay tres tipos de consumidores: los lúdicos, los compulsivos y los angustiados.

¿Te reconoces en alguno de estos modelos?

Lúdico-festivos

Los lúdicos, el grupo más numeroso (75% de los participantes), engloba al mayor número de mujeres y partipantes con pareja y ve la pornografía como algo recreativo. Emplea una media de 24 minutos a la semana, no se sienten adictos (sus horarios no giran en torno a dichos contenidos) y tampoco hay después sensación de culpabilidad por haberlos consumido.

Culpables

Los angustiados (en torno al 12,7%) no dedican mucho tiempo a ver vídeos o películas porno (17 minutos a la semana), ni lo hacen de forma compulsiva. Sin embargo, la carga emocional que les produce hacerlo es muy alta. Esto se traduce en una gran sentimiento de culpabilidad. 

Compulsivos

Por último, los compulsivos constituían el 11,8% de la muestra. Mostraban altas cotas de intensidad y compulsividad. Empleaban unos 110 minutos a la semana a ver porno y su sensación de culpabilidad era moderada.

Según el equipo del estudio, entre otros puntos se puede destacar que los usuarios que ven porno son numerosos y heterogéneos, y que el porno no parece generar problemas para la mayoría. Solo los angustiados y compulsivos sufren, de distinta forma, reacciones que les afectan negativamente.