¿La medicina tradicional china podría extinguir a los burros?

La medicina tradicional china no es más eficaz que la medicina convencional, y a medida que los orientales la dejan a un lado, la esperanza de vida aumenta. Sin embargo, la medicina tradicional continúa con sus seguidores porque es cool.

El problema es que estas terapias podrían poner en peligro al burro como especie.

Ejiao

Anualmente se venden de forma legal 1,8 millones de ejemplares de burro, pero la demanda, según señalan los expertos, estaría cercana a los 4 millones por año. Otros estiman que podría llegar incluso a los 10 millones.

La culpa de todo ello la tiene el Ejiao, una exótica gelatina medicinal, que los chinos consumen en grandes cantidades.

La sustancia se extrae al hervir la piel del burro, y se usa para tratar condiciones como anemia, dolores menstruales o tos severa. Esta gelatina obtenida de la piel es combinada con otras hierbas para también ayudar al desempeño sexual y el rendimiento físico.

Los bajos niveles de fertilidad de la especie, sumada a la alta demanda de burros, pues, está convirtiendo al importación de este animal en todo un negocio. Sobre todo porque la población de burros en China pasó de 11 millones en 1995 a seis millones en 2015.

Burkina Faso, Pakistán, Malí y Senegal prohibieron totalmente la exportación de pieles de asno, mientras que países como Zimbabue y Gambia se encuentran estudiando regulaciones similares.

Cada año, China produce unas 5.000 toneladas de ejiao, algo que requiere, según la principal fabricante de esta gelatina, Shandong Donge Ejiao, cerca de cuatro millones de pieles.

Otros casos

Según Xataka, el burro no es el único animal que está acercándose a la extinción a causa de la pseudociencia. Por ejemplo, algunas especies de tortugas también están al borde de la extinción porque, en parte, los taiwaneses creen que puede curar el cáncer.

El uso de búhos en la magia negra y la brujería es uno de los principales factores para el comercio encubierto de estos animales en India. El tigre de Bengala también ha estado a punto de extinguirse porque su sangre se considera sagrada.