Hondureños preocupados por supuesto consumo de carne de perro

Miles de capitalinos expresaron su malestar después de conocer que no es carne de pollo y res la que degustan en los restaurantes de comida china, de la capital.

Un operativo realizado por la Fiscalía de Protección al Consumidor, del Ministerio Público (MP), bajo la operación “Tormenta de Fuego IV”, descubrió que en los congeladores de la cocina del restaurante Tao Yuan, ubicado en la colonia Torocagua de Comayagüela, almacenaban lo que aparentemente es carne de perro.

En la inspección el propietario del negocio desmintió que la carne era de perro, sino que de cabro.

El hallazgo, que es calificado como “asqueroso”, ha generado diversas opiniones de expertos en medicina veterinaria y de la salud, y refieren que no causa ningún daño, si reúne los requisitos de higiene para el consumo humano.

El veterinario Ramón Nolasco indicó que la carne de perro no es mala, no va causar  ningún daño o indigestión; todo es cultural, no hay manera que el paladar pueda detectar si es de perro o no”.

Nolasco comentó que en otros países del mundo es una sensación que en los restaurantes sirvan comida de animales “exóticos”, como: culebras, monos y garrobo.

Por lo que aseguró “si alguien comió esta carne de perro no hay riesgo de ninguna enfermedad, deben sentirlo que es un experimento”.

Sin embargo, dijo que se produce un “choque” de emociones y cultura, porque estos animales son las mascotas de los niños y les toman mucho cariño.

Por su parte la catedrática de la facultad de Química y Farmacia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, Meidy Mejía, señaló que la carne de este animal puede ser de consumo humano, pero bajo estrictas normas de higiene, aunque en este caso se desconoce cómo fue criado el animal que hallaron en la operación del MP.

La especialista consideró, “Si existe un lugar donde críen perros para el consumo, donde se cumple las condiciones y si las leyes los aprueban, que lo consuma quien le guste”.

Indicó que la trasgresión es que los dueños de los restaurantes engañen a los clientes sirviéndola como carne de pollo.