Sin Messi, Argentina vence 2-1 a Chile

Argentina no necesitó a Lionel Messi para ganar su debut en la Copa América Centenario. Tampoco tuvo que usar mucho a Sergio Agüero. Angel Di María y Ever Banega fueron más que suficiente para deshacerse de Chile.

Con Messi como espectador de lujo en el banco de suplentes, un Di María de luto y Banega anotaron sendos goles y Argentina derrotó el lunes 2-1 a Chile en su primer partido por el Grupo D de la Centenario, una reedición de la final de la Copa América del año pasado que ganó la «Roja» en una definición por penales.

José Fuenzalida descontó por Chile en tiempo de reposición.

Di María festejó su gol con una camiseta con el mensaje «Abuela, te voy a extrañar muchísimo», en homenaje a su abuela que falleció el lunes en Argentina.

«(Estoy) contento porque pude hacer el gol, pude dedicárselo a mi abuela y a mi familia que está pasando por un momento difícil», dijo Di María tras el partido. «Los 90 minutos estuvimos haciendo un sacrificio enorme, creo que nos merecíamos la victoria».

«Cuando pasan estas cosas es difícil estar lejos», relató lloroso el jugador del Paris Saint-Germain en una entrevista a pie de cancha. «Me pidió mi mamá que me quede con mis compañeros y que ganemos el partido».

El técnico Gerardo Martino decidió no arriesgar a Messi, que se incorporó a la concentración de Argentina apenas el viernes tras declarar el jueves en Barcelona en su juicio por fraude fiscal. El estratega tampoco utilizó de entrada a Sergio Agüero, astro de Manchester City y socio habitual del delantero del Barcelona en el ataque albiceleste. El Kun jugó el último cuarto de hora en reemplazo de Gonzalo Higuaín.

«Todo tiene que ver con que esté bien y en buenas condiciones para jugar el siguiente partido», dijo Martino sobre su decisión de sentar a Messi. «Esperamos que en cuatro días esté en condiciones de jugar. Creemos que se recuperará para entonces».

Nicolás Gaitán ocupó el lugar del Messi en el once inicial, y el tridente de ataque de Di María, Banega y Higuaín fue una pesadilla constante para Chile, que cometió un par de imprecisiones que le costaron caro.

Sin el genio inigualable de Messi, Argentina jugó un partido ordenado, cortó los circuitos creativos de Chile en el mediocampo, y fue letal en los contragolpes.

Un balón perdido en el mediocampo desembocó en el primer tanto argentino a los 51 minutos: Banega recuperó la pelota, la trasladó hasta el borde del área y asistió a su izquierda a Di María, que fusiló al portero Claudio Bravo con un potente remate de zurda pegado al poste.

Los papeles se invirtieron en el segundo gol ocho minutos después, y tras otra pelota recuperada por Javier Mascherano cerca del círculo central, esta vez fue Di María el que dio el pase para que Banega rematara de zurda, casi desde el mismo lugar que en el primer tanto. El balón se desvió levemente en la pierna de Mauricio Isla y también se metió pegado al palo.

«Nosotros estuvimos imprecisos, Argentina presionó a los jugadores que tenemos encargados de la creación, y a partir de ahí se nos complicó la elaboración», dijo el técnico de Chile, Juan Antonio Pizzi.

«Un error es garrafal porque las consecuencias son máximas. Hay que tratar de corregir, tratar de no cometer más esos errores», apuntó.

El timonel afirmó que no siente presión por haber perdido cuatro de los cinco partidos desde que tomó las riendas de la «Roja» en sustitución de su compatriota argentino Jorge Sampaoli, campeón de la Copa América de 2015 que dejó el cargo este año por diferencias con la dirigencia de la federación.

«Me voy con que peleamos con una de las mejores selecciones. Y en lo que compete, el deseo de ganar no cambia para nada», manifestó el jugador chileno Jean Beausejour.

Argentina comparte la punta del grupo con Panamá, que por la tarde se impuso también 2-1 a Bolivia. En la segunda fecha, Argentina enfrenta el viernes a Panamá en Chicago, y Chile juega contra Bolivia el mismo día en Foxborough, Massachusetts.